lunes, 28 de febrero de 2011

Ella no está, pero sigue estando

Estaba convencida que mi aislamiento de la civilización conocida me ayudaría a desconectar.  Es posible que haya desconectado,  pero al principio.   El cuerpo desconecta.   La mente se resiste.   Es altamente curioso pero la rutina diaria me ayuda más a aliviar esta tortura.   Los dos últimos días no pude apartar la idea de mi mente.  Te fuiste.  Realmente nunca viniste.  Sigues estando.  Necesito algo, y estoy segura que tarde o temprano lo encontraré.   Su recuerdo no me deja ser yo misma.  O tal vez sea ese recuerdo el que me haga ser yo misma.  Tengo que hablarme.  Tengo que encontrarme.  Tengo miedo.  Tengo que rodearme de gente para que de esa manera no tenga tiempo ni de hablarme, ni de encontrarme, ni de tener miedo.   Ella me persigue.

jueves, 24 de febrero de 2011

Madarcos, mi reducto de paz.

Hoy por la tarde me vuelvo a ir a Madarcos.   Es un pueblecito que está al norte de Madrid.  Me voy con mi prima y estaré hasta el domingo por la noche.   Por unos pocos días mi mente se aleja del tiempo.  No necesitaré reloj,  no tendré ordenador,  pero allí no me hace falta.
Respiraré aire puro, me llenaré de energía,  y dejaré depositadas para que se las lleve el viento todas mis malas vibraciones. 

miércoles, 23 de febrero de 2011

Ella, ¿Qué se cree?

Es ELLA.  ¿Qué se cree?  La admiré, lo reconozco.  Casi diría que la amé.  La amé en secreto, pero lo hice, y esas cosas no las olvido.  Es una mancha en mi alma pero no pude evitar amarla,  y no puedo evitar recordarla.
Luego ELLA me hizo daño.  Me puso zancadillas metafóricas que hasta hicieron sangrar mis rodillas.  Ya no la admiro,  ya no la amo.   Pero no puedo olvidarla mientras que yo tenga alma.   El amor y el daño viajan en la misma maleta.  Una maleta cerrada con llave.  Y una llave tirada al fondo del río negro.  Busco una manos fuertes que sepan abrir mi maleta sin llave.
Si ELLA lo lee, me muero.

martes, 22 de febrero de 2011

La lucha diaria.

Hasta hoy estaba rendida, sometida, en un profundo pozo lleno de incomprensión.   Pero ellos no tenían la culpa.   Al menos no tenían toda la culpa.  El peso de esa culpa era solamente mio;  y yo lo llevaba sobre mis espaldas.   Hasta hoy rendida,  pero hoy ya liberada.   He tirado en el contenedor esa mochila que no me dejaba luchar en igualdad de condiciones.
No es definitivo y lo tengo claro.  La lucha seguirá y será difícil.  Pero he dado un gran paso.   Ahora me falta enfrentarme a ELLA.  Pero ELLA será una historia para otro día.  Ya tengo fuerzas y armas para luchar...

Bolsaden soy yo. Quiero alejarme de la destrucción, todavía estoy a tiempo.

Bolsaden soy yo.  Son las iniciales de mi nombre,  y este reducto olvidado y alejado del papel que siempre me ha rodeado espero que sea mi válvula de escape.  Aquí dejaré mis sentimientos, mis penas, mis alegrias, mis risas cuando las tenga, mis miedos...  Trataré de alejar esos miedos, esa destrucción que ultimamente me ha acompañado.  Voy a caminar sola, lo tengo claro;  aunque en este camino me he dado cuenta que siempre alguien te da una mano.  Te la pone para que una se apoye ese momento exacto que hace que no caigas y puedas seguir adelante.
Cuando pierda el miedo dejaré aquí mis cosas...

lunes, 21 de febrero de 2011

Estoy nerviosa. Mi primer día, mi primer blog.

Siempre que hago algo nuevo estoy nerviosa.  Realmente estoy nerviosa siempre, así que no tendría entonces ningún motivo de preocupación.  Espero tener alguna mano que me ayude.  Aquí dejaré lo que buenamente pueda hacer.
Ni yo misma soy consciente de lo que ocurrirá a partir de ahora;  pero sí estoy segura que lo que tenga que ocurrir ocurrirá.